Salieron de ti tus besos
y de perdidos al miedo,
con rutina que desecha.
Que nace por nuestras grietas
las heridas de tus labios
que tanto ansié tener,
se convierten en flechas de veneno y miel.
Vine a nacer a tu lado,
pero solo me desvanecí en vano
con la mente cansada ,
la ceguera encendida ,
las ganas de amar,
la paz en tus manos ,
el murmullo de ojalás…
Si vieras lo que te he querido
verías que corto se queda cupido
y si supieses lo que te he odiado,
el infierno corto sería a mi lado…