Dangerous
Hay una sueca frente a la peligrosa
sin pizca de miedo, pero con mucha fe,
lástima, porque se enfrenta a una rosa
con espinas potentas en el codo y el pie.
Delgada como espada, hermosa como pocas
forjada en el crisol de una lucha incesante,
nos lanza en el comienzo, un beso de su boca
que estremece las fibras de cualquier contrincante.
Poesía en movimiento sus golpes poderosos,
sus brazos aspas vivas de determinación
no son indulgentes ni misericordiosos
si suben al octágono poniéndose en acción.
Ditcheva dominante, Dakota destructora,
siempre empuja pa´lante cual si tuviera prisa
en sus ojos refleja los rayos de una aurora
que promete un responso, cuando oficia su misa.
Yo te amo como aman los pájaros las frutas,
como la tierra ama la lluvia que la preña,
como el rocío ama las flores diminutas.
Quiero entrar en tu alma: Dime tu santo y seña.