Pensaba que te tendría siempre,
que el tiempo aliado
sería benévolo
que podrías darme el beso de llegada,
el abrazo dulce en las mañanas frias,
la sopa caliente, el pan remojado
la manta entibiada…
Pensaba que tu voz amorosa
me diría siempre sos mi hija amada…
En tu bendición vi el ultimo gesto,
mujer valerosa dándome consuelo…
era el final de tu presencia terrenal,
lo supe cuando la paz
se posó en tu rostro
y este llanto huérfano
inundó mi alma.
ZZa
07/05/2025