No sé si esto es una poesía,
o tan solo el eco del vacío.
No sé si merece un nombre,
si tiene sentido nombrar lo que duele.
No sé si algún día saldré de esta miseria,
pero creo…
creo con fuerza
que llegará mi día soñado.
Quizá no en esta vida,
quizá en otra,
pero lo voy a vivir
como si fuera un sueño largo,
como si ya lo hubiera tocado.
No sé si deba decirlo todo,
o dejarlo en silencio,
como quien guarda lágrimas en los bolsillos.
Pero esta vida es dura.
Duras son sus etapas.
Duro es respirar a veces,
y aun así, aquí estoy.
Aquí sigo,
porque sé —muy dentro—
que este camino
me llevará
al lugar que tanto he soñado.