Cuando estes en tu cuarto
respirando el olor a madera,
y no haya nadie que confié de tus malas intenciones.
Olvídame
A las tres de la mañana embriagado en tus inseguridades,
clamando la compañía de cualquiera que no te haga daño.
Olvídame
No como la primera ni la segunda ni tampoco la tercera.
Esta vez has que perdure mi eterna espera de ti y de tu amarga nostalgia.
Olvídame
Cuando recuerdes que soy yo
y nadie mas
no me busques que estaré cansada.