No soy un escritor…,
¿Por qué siento la necesidad de escribir?
Mis manos, guiadas por un titiritero invisible,
escriben en automático.
Pero no soy más que un fraude.
Tecleando letras que le dicta un corazón errático,
Tirano cambiante, de personas y estados.
De amante a desconocido, en un parpadeo.
Me encuentro atrapado, en una bolsa.
Sobreviviendo con el poco
oxígeno que me provee mi propio aliento.
Quisiera romper el plástico,
salir,
pero estoy débil, y no me encuentro.
Estoy, y no estoy. Me veo en el reflejo y no sé quién soy.
No me queda más que escribir.
Me gustan las letras,
Pero ellas no me pertenecen,
Somos amantes, de frecuentes momentos.
Yo soy el que la busco,
y ella está dispuesta a mí, a mi fiel disposición solo cuando la necesito.
Amiga fiel, compañera sin más alma
que, la que yo le puedo dar.