GDA

DULCEMENTE MI COMPAÑERA

Gélidamente un cielo en la frialdad
de palabras en convencionalismos,
un cielo con un tiempo entrampándose
en diluvios que lo consumen,
un cielo de sueños en estado de espera,
los que aguardan a que arribes tú,
y a que por siempre me ames;
y después de meditar un poco
sobre la misma cosa,
ahora lo sé,
te he tomado como la mujer de mi vida,
y eres desde ya, oh amada,
dulcemente mi compañera.