Espejismo y Esencia
Tu imagen, faro al ojo que la encuentra,
deslumbraba la pupila, forma perfecta.
Vestiduras, oropel de vanidad presunta,
velaban un fulgor que hoy se revela intacta.
El verbo torpe, la expresión vacía,
tejían sombras donde el sol vertía.
La mirada perdía su inicial asombro,
la fachada eclipsaba el diamante que escondía.
Mas hoy, despojada de artificio vano,
la belleza emerge, cual aurora en verano.
No precisa el lienzo, ni la joya fingida,
tu ser irradia luz, verdad florecida.
Paradójico enigma, esplendor sin adorno,
la ausencia de máscara revela tu entorno.
La sencillez te viste de un aura potente,
donde \"menos\" es \"más\", paradoja elocuente.
¡Oh, tú, crisálida al fin desprendida!,
tu valía reside en la esencia vivida.
Que tu brillo perdure, sin velos ni engaños,
pues la belleza auténtica florece en los años.
JTA.