Cada noche apareces
en mis sueños callados,
como un susurro dulce
que me abraza despacio.
Siento tu voz cercana,
tu risa que me calma,
aunque estés lejos,
te llevo en el alma.
Mi cuerpo te busca,
ansía tu abrazo,
y en esta distancia
te guardo en mi espacio.
Hay un grito suave
que te llama en secreto,
Dunia, mi deseo,
te extraño completo.
El tiempo se detiene
cuando pienso en ti,
y en cada latido
vuelvo a sentir.
Aunque estés distante,
tu esencia me guía,
eres luz y sombra
de mi melancolía.