En tu estado, una verdad resuena fuerte:
\"Solo yo sé el trote que paso, para alcanzar mi suerte.\"
Palabras de esfuerzo, de lucha constante,
Un camino labrado, firme y adelante.
Mas al leerte, mi alma no pudo callar,
Y mi sentir brotó, sincero al hablar:
\"Conmigo no tendrías que esforzarte tanto,
Mi querer te cobija, cual suave manto.\"
Tu respuesta, cual eco de sabia cautela,
\"Hasta no ver nada, no creerá mi alma bella.\"
\"Valen los hechos,\" sentencia tu sentir,
\"Las palabras son viento, fáciles de esparcir.\"
Y en este juego de dichos y de anhelos,
Mi corazón se entrega, sin más desvelos.
Que mis actos hablen, con fuerza y tesón,
Mostrando un afecto que no pide razón.
No más trotes arduos, ni sendas de espinas,
A tu lado, mi amada, solo habrá Divinas.
Melodías del alma, caricias sinceras,
Un universo de amor que en mis hechos esperas.
Que mis días contigo sean pruebas fehacientes,
De un amor que florece, puro y ardiente.
Y que veas, mi dulce oficial adorada,
Que a tu lado, la dicha no pide ser forzada.
JTA.