No me pierdas por creer que estaré siempre esperando con una taza de café. No me pierdas creyendo que mi amor por ti se desgasta por cada decepción, por cada vez que me pones en un segundo o quizás en un tercer lugar; dejándome al olvido por creer que estaré para ti.
No me pierdas creyendo que la rutina en verdad son espacios vacíos a los que acostumbramos a vivir, no, no me pierdas porque en verdad si me pierdes no hay vuelta atrás, más allá que el amor que siento sigue intacto y no me quiero perder en el olvido por seguir peleando por algo que no va a cambiar...