Un frío otoño desviste a los árboles de sus hojas
en un tiempo que invita a desnudar soledades.
Un gran silencio para poder contar las horas
de aquellas ausencias que hoy son solo verdades...
Un largo recuerdo que en brazos del ayer se inmola
en días en que la muerte solo huele a la sangre.
Un aire que al respirar tanto dolor provoca
como el dolor que lleva el sol al caer la tarde.
Un presente donde la tristeza ya no importa
y en el miserable lodo se junta todo lo que cae.
Un reloj que solo da cuerda a todas las derrotas
en los trofeos perdidos de todas mis vanidades.
Un frío otoño con un viento de una voz ronca
que a todo lo arrastra en un efímero viaje.
Una amarga vida que a sus penas las llora
¡Porque sabe que vivir dura tan solo un instante!