Con el embrujo del viento de oriente,
los árboles narran vivas historias,
sus ramas cimbrean un son vibrante
en la primavera de nuevas glorias.
Ríos de cristal traen sus secretos
bajo la arboleda de verde eterno;
las montañas alzan sus grandes retos
desafiando tiempos de frío invierno.
Vuelos de aves saludan a la vida,
llueven pétalos de rosas al aire
con las notas de una prosa encendida
que adorna el cielo de un fresco donaire.
El Sol nace cálido en la mañana
madurando los trigales dorados;
la luna de nieve suave y temprana
se une al día con sus besos alados.
Naturaleza de arte sin medida,
tu belleza viste un ferviente ciclo,
refugio sacro de calma florida;
la lluvia siembra su fértil periplo.
Con las palabras intento pintarte,
espejo del mundo que abraza mi ser;
en ti hallo la paz y quiero soñarte.
La Creación habla: ¡dejadme aprender!.