nachosol

¿Dónde encontré la poesía?

¿Dónde encontré la poesía?

 

La encontré en sus ojos,

en su boca,

en su mirada, en una flor, en una margarita.

La encontré en esos ojos pensativos

que llenaban los atardeceres y amaneceres

con sus arreboles embelesados,

como la mirada cariñosa de ese perrete

de pelo azabache.

 

Alguna vez, leyendo un libro viejo de poemas,

encontré esa flor que enamoraba,

ese verso que me hablaba sin pronunciar palabra.

Ahora ya he dejado de buscar en la poesía,

sé dónde encontrar ese sentimiento

que revuelca mi alma en la quietud de la noche.

Sé que está en la forma en que sus ojos se encienden

cuando me miran,

en la cadencia de su respiración,

en el brillo furtivo de un gesto que se escapa

y se pierde entre las sombras.

 

Incluso he escrito mis mejores versos,

en las páginas donde ya no queda espacio

para más palabras.

No es culpa de ella que yo la piense tanto,

ni de mí,

que me habita en cada pensamiento

como un susurro que se convierte en tormenta.

 

La poesía, al fin, me encontró a mí,

y yo la dejo vivir aquí,

donde no la busqué,

pero siempre estuvo.