ROYH

SE HABIA MUERTO.

Y es que le había dado por muerto, 

con los aguaceros del viernes santo y del encierro,

con su propio monte calvario, 

y hasta su viernes santo, entre su llanto

En su propio cementerio estaba sepultado.

 

Ya le había  sellado  su propio santo sepulcro

oculto detrás de una piedra grande de hierro puro

en un campo donde no queda olivo,

allí le había dejado. Al que no es el cristo,

se había muerto, y ha resucitado.

 

Yo le había cuidado hasta su ultima agonía

debajo de su febriles antojos y toda su melancolía

debajo de su letargo, su falta de memoria,

sus delirios y de toda su ironía.

 

Le  regalaba plegarias  en cada amanecida,

gotas de mar salado y hasta algunas mañanitas,

gritos de vino tinto en cada desojada  margarita

le regalaba un fúnebre adios al que no es el cristo

sin embargo el impostor hoy resucita.

 

¿Que habrá de gestar?  en los vientres de la conciencia viva,

si ya le había dicho adiós y que era su última despedida, 

que no vendría, no volvería,  mas no vivía.

pero a pesar que no es el cristo;

tu recuerdo  hoy resucita.