Con el tiempo se aprende
que no necesitas alas para volar.
No sé si me comprendes
hoy que está de onomástico el deseo,
hoy que la dicha es sustantiva
y quiero que te enteres que hubo un tiempo
sujeto al olvido y desde entonces
han pasado más años que tormentas.
Usas gafas de aumento
que te hacen ver la vida más confusa,
te hacen ser más precavida
al decir que no hay manera de apostar
un futuro exorbitante
por un jacal con quinqué de poca monta.
Sábete bien mujer alada
no se puede volar y transgredir
los confines infinitos del amor
ni las alturas de un te quiero,
aunque tu plumaje sea de colores
ya que el viento que te lleva todavía
es incierto y pretencioso.
El verano, las rosas y el gorrión
se irán de aquí
cuando el tiempo traspase sus anhelos
pero quedará un jacal
donde puedes dejar tus alas de colores,
tras la puerta.
Autor…reh