No es la voz que grita en la victoria,
ni el paso fácil por la luz del día.
La lealtad nace en sombra y en memoria,
donde el alma elige quedarse… o huir.
Es quedarse cuando el mundo se retira,
sostener al que tiembla sin pedir.
Es mirar con verdad, sin máscara ni mentira,
y sangrar por el otro, pero sin fingir.
No cambia con el oro ni la gloria,
no se vende, no se rinde, no se va.
Es fuego mudo, es raíz de la historia,
es mano firme cuando el resto caerá.
Así es la lealtad: no se presume.
Se demuestra en la tormenta, sin temor.
Es aquel que te defiende aunque sucumbe,
y que muere… pero muere con honor.
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~Daniii