Hay sensaciones agradables
cómo la ausencia de ruidos,
porque el silencio da paz
y relaja los sentidos.
Los ruidos molestos
nos alegran los sentidos
y en el sagrado silencio
podemos escuchar los latidos.
Tenemos sonidos muy agradables
cómo los pájaros con su canto,
porque nos alegran la vida
con sus tonadas de encanto.
El zumbido de una abeja
nos distrae y nos alerta,
porque posee un aguijón
que parece una lanceta.
Un sonido muy fastidioso
que escuchamos muy seguido,
el desagradable y molesto
zancudo con su chillido.
Las noches de lluvia son agradables
con sus ruidos y sonidos
y las gotas de la lluvia al caer
nos dejan adormecidos.
Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,01/05/2025.