RICARDO V

La suerte

Quien espera buena suerte

y desatiende a la vida

vivirá incorrectamente.

 

La buena suerte aparece

por arte de fantasía

sin saber si se merece,

sin tener filosofía.

Es un golpe de repente

que te ayuda en la porfía

que mantienes diariamente

en la dura travesía

del vivir en combatiente,

noche a noche, día a día.

 

La buscamos en campanas,

en algún atrapasueños,

en muñecas quitapenas,

en un trébol disparejo,

puede que en un elefante

en llaves de olor añejo,

en herraduras dejadas

encontradas en el suelo

y para llevarla a casa

un palo santo ponemos.

 

También existe la mala

y a su gracia nos debemos,

nos creemos que nos viene

a lomos de un gato negro,

debajo de una escalera

por la quiebra de un espejo,

está en el tocar madera,

no tirar arroz al novio,

ver abierta unas tijeras,

no tropezar con un cojo.

 

La suerte es un gran misterio

que no puede resolverse

porque acude sin pedirla

y si la pides se pierde.

Nos ofrece la mentira

de pensar lo que no debes,

pues la vida no es sencilla

y con ella lo parece.

 

Y, así pues, para valerse,

hay que ganar la partida

con el sudor de la frente

y vivir la buena vida

olvidando que la suerte

es felicidad de un día.