angelinho

Mito o realidad

Yo sé de Corinto un gran colosal,

de ínfula tamaño preocupante,

a superiores dañó por agobiante

y castigaron por verse mortal

 

La condena: el absurdo mental,

vivir de esclavo, y actuar de errante,

subir, caer, la piedra del arrogante,

convirtiéndose en tragedia habitual.

 

Sé además otro de vida secuestrada,

como un rocío de eterna caída 

ve albas y ocasos de forma apenada;

 

mas no tiene él jerarquía crecida 

y con todo, fue esperanza matada.

¡Pero si soy yo el de alma corrompida!