Franjablanca

Anáfora I

Que se esperen los boleros,

que enmudezcan las orquestas,

que se callen los raperos,

que se omitan las respuestas,

 

que el piano no dé la nota,

que se sofoquen los gritos,

que el necio no abra la boca,

que atiendan los eruditos,

 

que amainen todos los vientos,

que se asfixien los clamores,

que se extingan los lamentos,

que se apaguen los motores,

 

que se agoten las excusas,

que la voz se haga la muerta,

que entren todas las musas,

y luego, cierren la puerta.

 

Que agonicen los ruidos,

que no lleguen a la meta.

No emitan ningún sonido...

Silencio: que hable el poeta.