Señora bonita…de impresionante presencia,
de apasionada e impactante apariencia,
déjeme usted confesarle mi falta,
mi pecado sin sentencia,
pues he caído rendido a su hermosura,
usted ha sido de impacto,
y ha expuesto mi debilidad al extremo del delirio,
y he de revelar ahora…
que me ha sido imposible controlar mi arrebato.
Quizá usted no sabe lo que significa,
y no mide los efectos de su belleza,
debería ser consecuente con lo que auspicia,
pues las secuelas de su hechizo…
seguro terminarán en un atroz tormento.
Que su fragancia deliciosa… misteriosamente se impregna,
con ese aroma que conquista…y la convierten en peligrosa,
en ardiente e impetuosa…
para que quien se fije en usted…
quedare condenado…
a esa estampa despiadada…de dama poderosa.
Su mirada,
¿que tienen sus bellos ojos?
que cuando observan dejan su marca…
dando paso a fantasías que enloquecen,
pues se apoderan del inconsciente…
una y otra vez como un culto solemne,
que siempre se rinde a su elegancia.
Si usted supiera el daño que provoca…
a todo aquel que osa un beso de su dulce boca…
en el antojo de sus labios rojos,
si tuviera un poco de compasión …
por esa brutal manía de seducir,
dejaría de enamorar de esta forma silenciosa.
Pero usted es así…esa es su esencia…
y yo como tantos…
solo somos una víctima más de sus encantos.