Gonzalo Márquez Pedregal

MELANCÓLICAS OBSERVACIONES

Esta tarde como muchas otras me senté, en aquel destartalado banco de madera ,

depositando mi mal trecha osamenta ,inmerso injustamente en melancolía férrea.

Me quedo mirando, con mirada perdida enlazando mi pensar ,a esta verde pradera,

parece un verde mantel, dé un festín de enamorados florecillas amarillas y una abeja.

Me dejas perpleja naturaleza a pesar del dolor ,tus bellezas excelsas mi dolor cura,

y mis ojos se encharcan ,se desbordan resbalando por la nariz, llegando a la boca.

No solo son saladas las aguas de los océanos, ni torrenciales lágrimas de luz de luna,

ni habrá cataclismos ,ni vendavales que osen vencerme mi fortaleza es  mi evidencia.

Esa tarde como muchas otras, en aquel destartalado banco demacrado in sin pintar ,

donde los exámenes de conciencia ,y estando conmigo y nadie más me suelo encontrar.

Y aquellos manojos de margaritas ,las amapolas que el viento mece paloma blanca,

hay que ver cuantas cosas bonitas nos perdemos a veces, lo verdadero es gratis amar .

Es en estas confesiones, donde mi alma que se cree que no la veo ,la veo clara como agua,

ella es pura y cándida, soñadora y me arropa  en las frías noches ,de agónica calentura .

Y me otorgas esta sensibilidad casi caduca hoy en día ,y le cante al amor y a la vida ,

y si alguien hace suyas mis palabras ,que sepan que también son suyas yo las regalaba.  

Volveré siempre a ese banco de las melancólicas observaciones ,donde el ser se sublima .