Cococherry

Nair

 

En la penumbra de la habitación,

donde las sombras bailan con la luz,

nuestros cuerpos se encuentran,

en un abrazo que nos consume.

 

Tu piel, suave como la seda,

invita a mis dedos a explorar,

cada curva, cada rincón,

donde el placer y el deseo se esconden.

 

Mi boca, ansiosa por saborear,

se posa en tus labios, suaves y cálidos,

y en ese beso, el tiempo se detiene,

y solo queda el presente, intenso y salvaje.

 

Nuestros cuerpos, entrelazados,

se mueven al ritmo de la pasión,

en un baile que nos lleva,

al límite del placer y la locura.

 

En ese momento, nada importa,

solo el presente, solo el deseo,

y en ese abismo de placer,

nos perdemos, y nos encontramos.