Quisiera ser la alegría
que despierta en tu ventana,
ser la brisa y el albor
que perfuma con amor
tus jornadas de campana.
Ser la voz que en tu dolor
susurre al oído calma,
que recoja de tu pecho
cada pena, cada trecho,
y los bese con el alma.
Quisiera ser la distancia
que jamás te sea ajena,
ser raíz de tus deseos,
ser el eco de tus ruegos
y la flor de tu azucena.
Buscaría en tu mirada
los jardines más secretos,
y sembraría en tu pecho
un rosario sin despecho
que redima viejos retos.
No pretendo ser ausencia
ni un naufragio de pesares,
quiero ser quien en tu historia
deje huellas de victoria
y no lágrimas de mares.
Que alguien haga ley esta fórmula, en una receta para la felicidad: Amor=Alegría.
Com el premiso del poeta Classman, un intento de los versos Lorea.