Te amo tanto como la luna,
como ese misterio que alumbra la noche
y abraza los sueños de quienes aman.
Te amo tanto como al sol,
que da vida a todo lo que toca
y arde con la fuerza de mi corazón.
Pero si la luna te mirara,
y luego al sol contemplara,
ella sabría —sin duda—
que mi amor por ti es más grande
que el fulgor de ambos astros juntos.
Y si la flor del sol floreciera
al escuchar tu nombre al viento,
se abriría temblando de alegría
para adorarte como yo te adoro,
con cada latido,
con cada aliento,
con cada parte de mi alma.
Porque amarte…
es mi forma de existir.