El Corbán

INTERLUDIO DE DOS ALMAS

Nos separamos, sí, por ahora,

pero este amor no se disuelve,

aunque la vida nos descolora,

aunque la ausencia nos desenvuelve.

Te vas, me voy, el mundo gira,

todo se quiebra, menos la fe,

y en cada adiós el alma delira,

gritando el día en que volveré.

Que esto no es fin, que es intervalo,

que es una pausa del corazón,

y que el amor —ese descaro—

rompe distancias y condición.

 

Soñamos juntos con el regreso,

como quien sueña sin despertar,

y aunque el destino se vuelva exceso,

sabremos juntos cómo esperar.

Nos encontraremos, dulcemente,

bajo un instante que no se apura,

porque el amor, si es suficiente,

vence la sombra y la amargura.

Así que vete… pero conmigo,

llévame en todo, como un amuleto,

y cuando el tiempo nos dé castigo,

yo te amaré… sin estar completo.