Busco una flor
que lleve mi alegría
hasta tus labios.
Y la sonrisa
que brote de los tuyos
vendrá a mis ojos.
Eso decía,
al verte, hace unos años,
mi corazón.
Ante tus ojos
suspirará, mi pecho
con sus latidos.
Joven poeta.
un tanto enamorado,
y soñador.
¡Cuántas palabras
decías en tus versos
sin rima alguna!
Pero sentías
la magia que envolvía
aquel instante.
Enamorada,
tu alma de la vida,
así soñaba.
Fuiste feliz,
amando una utopía
que estaba lejos.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/04/25