En esta hora de sombras conjuradas
Que abren las puertas del vacío
Quiero asistir al espectáculo del alma.
Que un torrente de sangre acuciante explote en mi rostro
Y destruya el frío blanquecino de la apatía.
Vida, muéstrame tu embriagadora lucidez
Libera las lágrimas de la emoción cautiva
Que sostiene el pálpito de los frutos paridos.
Quiero tomar el último barco de tu viaje maldito
Que me lleve de regreso a la inocencia.