Hay un pacto de silencio
se que tú también lo sientes
nació del miedo y del ultraje
la herida supurante,
apagó la garganta
enterró la memoria
congeló lo sagrado.
Se disfrazó de autoridad suprema
mientras aniquilaba el rito y el símbolo,
antaño compartidos,
pintados en cada cueva
Pero hoy ya no se calla,
hoy no se somete.
Hoy reclama lo que le pertenece.
Porque todo lo perdido
debe ser encontrado.
Se disipan las brumas de Ávalon
La Dama del Lago entrega
la tinta, la pluma y los pinceles.
Y el Reino se alza en cada trazo
Porque el mito no es otra cosa
que la verdad escondida,
y el símbolo, la imagen encriptada.
Asi que camina
Haz tú peregrinaje
Atraviesa el lenguaje del alma
la espiral del laberinto
La estrella y la corona te aguardan
alli donde no quisiste mirar:
en la sombra de tú cueva
en la raíz de tu centro.