Preferiste el artificio del verso
al vértigo de la vida presente
Qué arte tan tuyo,
el de escribir amores imposibles
Porque te fascina lo incompleto,
el suspiro truncado,
la nostalgia como alimento
perfecto insumo para tus escritos
Te emborrachas de melancolía,
prefieres la cicatriz al milagro,
el “casi” al “ahora”.
Me convertiste en un poema
para no tener que llamarme realidad.
Pero yo no soy tu verso huérfano,
ni tu número primo,
ni tu línea rota
Y mientras tú sigues rascando papeles
esperando encontrarme en las grietas,
Yo vivo.
Yo abrazo.
Yo camino entera