Caminas, triste, arrastrando tu alma
por las calles solitarias y vacías,
con tus tacones, tu vestido, tu porte,
para volver a una cama triste y fría,
la enorme soledad de tu lecho ante ti,
como un gris y cruel callejón sin salida.
Sonríes, triste, fingiendo una alegría
que ya no sientes, que ya no alcanzas,
atrapada en tus mentiras, tus fiestas,
tus viajes vacíos y tus amistades falsas,
tus sueños inalcanzables y tus anhelos
que ya, que no eres tan joven, escapan.
Te sientes sola, sin amor o esperanza,
te han dejado atrás y tú lo sabes,
nada de lo que te ofrecen te basta,
ya ningún amor te puede satisfacer,
estás sola, abatida, te sientes vieja,
cansada, ajada y nada te consuela.
Hermosa niña de ayer, ahora mujer,
quisiste vivir de champagne y rosas,
buscaste galanes, lujos y riqueza,
soñaste con tener todas esas cosas,
viviendo dentro de un sueño, sin duda,
y ahora, tu vida se desmorona, y estas sola.