Me dijeron que existe un claro de luz pura
donde el alba en sus cantos la sombra deshilvana
donde sueñan los ríos su lágrima temprana
y la tarde, en suspiros, al valle se apresura.
Allí beben los sueños en fuente de ternura
y las almas vencidas hallan la flor lejana
los sauces de la brisa derraman su fontana
y el silencio florece su música madura.
Dicen que tras la niebla del tiempo fatigado
un jardín sin cadenas perfuma la distancia
que quien siembra en la herida, cosecha lo esperado.
¡Oh rincón escondido, latido de esperanza!
Cuando tiemble mi paso de polvo enamorado
guárdame en tu misterio, corona de bonanza!