OLMOS EN EL PARQUE
En una antigua etapa de esplendor
estos árboles crecían silvestres, pletóricos y enmarañados,
con sus nudos profusos y sus ramas
tan gruesas como árboles
a ambos lados del camino. Y, desde allí,
vieron pasar los trenes, los aeroplanos,
otros trenes, y tras pasar por algunas
dificultades serias,
fueron recluidos en un parque
municipal y urbano, y obligatoriamente vigilados
por los servicios públicos de jardinería,
con una verja alrededor y unos bancos por en medio.
Ahora también parecen pletóricos,
en su actual estado, como si gozaran
de una segunda etapa de esplendor en la tierra.
Pero ya no es así del todo,
sino, más bien, de otra manera.
Gaspar Jover Polo