RICARDO V

La casa de los recuerdos

En los rincones del alma

reposan nuestros recuerdos

como fuegos hechos brasa

confiando que la nostalgia

los torne vivos de nuevo.

 

Se afligen, pues la esperanza

también se añeja como ellos,

y se agitan contra el drama

de ver pasar las mañanas

y el tiempo los vuelve viejos.

 

Es casa que vida guarda

con un talante longevo

y su perfil de añoranza

tiene una puerta de entrada

y otra puerta de regreso.

 

La cubre una bruma blanca

con una luz de misterio

que revuelve sus entrañas

y cuando el olvido alcanza

ya todo se vuelve negro.

 

No hay pena más desgarrada

que el olvidar los recuerdos,

pues sin pasado ¡no hay nada!

y quien olvida es carnaza

de demonios del infierno.

 

El pasado es una trama

que queda para lo eterno

y el presente cuando marcha

descansa dentro del alma

transformándose en recuerdo.