José R. R.

Imanes

Querida,  

si ser mía quieres.

Tal vez la distancia 

nos quita ventaja,

pero imagino 

y te estaré mirando.

Pues estar de frente:

frente a tus labios

son mi razón 

de sonar desesperado. 

 

Sin pensar en el pecado 

que estás pensando, 

te quiero a mi lado

vestida de blanco.

 

Cómo imanes: que sea difícil 

separarnos, hasta el día 

nuestra defunción.

 

Pues en cada

vida presente, 

te seguiría buscando, 

hasta que cada vida

culmine.