Querida,
si ser mía quieres.
Tal vez la distancia
nos quita ventaja,
pero imagino
y te estaré mirando.
Pues estar de frente:
frente a tus labios
son mi razón
de sonar desesperado.
Sin pensar en el pecado
que estás pensando,
te quiero a mi lado
vestida de blanco.
Cómo imanes: que sea difícil
separarnos, hasta el día
nuestra defunción.
Pues en cada
vida presente,
te seguiría buscando,
hasta que cada vida
culmine.