Abrazos que se convierten en palabras, palabras que se apagan para encender el deseo…
Y en ese fuego callado, sin rumbo marcado, fue mi alma quien cayó rendida, sin haberlo buscado.
No era el lugar, no era el momento, pero sí era verdad lo que sentí en ese momento
Tu presencia temblaba en mi pecho, tan cerca del miedo y tan lejos del rechazo.
Era distinto, era sutil, era un roce de luz en un mundo febril.
Y dejé de temer lo que antes dolía, dejé que el amor me soltara la fría armadura que yo misma tejía.
Tal vez no lo pensé, tal vez solo sentí,
pero al soltar el control, me sentí por fin vivir.
Ya no me importa si algo me hiere, si esta historia se esfuma, si se apaga en algún momento
Algo inesperado que me sorprendo en su momento, ya que salió de un pensamiento, de un deseo, tan solo fue el brillo de la verdad que brotó de mi alma, mostrarme lo que es amar, en un simple beso.