Las palabras no cabían
En disimulados acezos
No queríamos tropiezos.
Pero tus pupilas y las mías
Raramente coincidían
Mis mejías coloradas
Admirando tus miradas
Y en el calor de la noche
Ese trago fue el derroche
De las palabras empleadas.
Comprendimos la chispa
Balbuceando algún vocablo
Pero yo nunca te hablo
Obviamos la conquista
Pues me pongo muy arisca.
Alabamos el silencio
Con el vino y el mal juicio
Nos dimos un largo beso
Con este escrito hoy confesos
Concluimos, fue propicio.
LmB