_A veces eres solo palabra_
Hay días en que no estás.
Ni en mi cama,
ni en la memoria,
ni en la música
que antes te evocaba.
Y sin embargo,
me encuentro escribiendo piel,
agua,
lluvia,
voz.
Palabras sueltas,
como migas del pan
que fuiste en mi hambre.
El poema se escribe solo,
como si tú fueras el idioma
que el silencio aprendió
a pronunciar.
Y pienso:
quizás no seas más que eso ahora,
una palabra
que no puedo dejar de decir,
aunque ya no signifique
lo que antes.
Pero sigue siendo bella.
Y en su sonido,
todavía te quedas.