DULCE VENENO
En el rincón donde el silencio habla,
la envidia danza con paso incierto,
susurra sombras, traza una fábula,
pinta de verde el oro cubierto.
La ironía ríe, disfraz de fortuna,
teje sonrisas en tramas de engaño,
espejos rotos, reflejos del alba,
donde el amor juega y el odio es extraño.
Foro travieso, en un papel blanco,
se escapan las rimas, se pierden sus penas,
son risas furtivas, susurros de un banco,
que cuentan historias de almas serenas.
Foro del alma, escenario de ilusiones,
donde se cruzan los sueños y las pasiones,
cada palabra, un eco profundo,
que gira en espiral, desatando conflictos.
Entre miradas que arden en llamas,
la envidia rige, con dulce veneno,
pero la ironía se burla, con calma,
su reflejo se vuelve un sereno.
Y en este juego de versos traviesos,
se dibujan caminos de risas y llantos,
en el foro del alma, entre miedos y excesos,
la vida se juega, en sus muchos encantos.
Así, en la noche, danzan las musas,
en el eco de amores, que nunca se apaguen,
pues la envidia es fuego, la ironía es bruma,
baile de sombras que nunca se acabe.
Jaime Correa