Ícaro el joven héroe griego, junto a su padre Dédalo,
estaban prisioneros en la Isla de Creta.
Para intentar huir se pego al cuerpo unas alas,
y eran de cera, los dos salieron volando, el padre le decía,
que no se acercara el sol tanto que las alas se fundirían,
él no hizo caso y subió demasiado alto,
y se deshicieron las alas y cayo al mar Egeo y se ahogó,
su padre quedo desolado pero llego a tierra sano y salvo.
La Mitología,también nos deja enseñanzas,
y es que tenemos que escuchar los sabios consejos
de un padre o una madre, tienen más experiencia de la vida,
y si no hacemos caso, puede acabar en una gran tragedia
como así sucedió con Ícaro,por no atender los sabios consejos de su papá.