EDGARDO

Amanecer contigo

Dunia de los Ángeles, tus ojos al abrir,
desvelen el sueño que mi alma anhelaba.
Tu corazón abierto, un puerto sin fin,
donde mi ser, por fin, su hogar encontraba.
Saber que soy aquel que tu espera calmó,
la pieza precisa que tu vida completó,
es la certeza dulce que mi pecho inflamó,
un futuro a tu lado mi anhelo forjó.
Mi amor te pertenece, cual roca constante,
fidelidad y respeto, mi eterno baluarte.
Juntos tejemos sueños, instante tras instante,
un camino de dicha que el tiempo no aparte.
Gracias, mi vida, por este amor tan real,
más puro que el alba, más fuerte que el metal.
A tu lado camino, mi promesa eternal,
mi amor por ti, Dunia, jamás tendrá final.                   

Buenos días, amor mío,
hoy desperté pensando en ti
y en lo afortunado que soy
de tenerte en mi vida.
,
Ojalá este día te abrace suave,
como yo quisiera hacerlo cada mañana,
y que en cada rayo de sol
sientas mi amor acompañándote.

Gracias por tu ternura,
por tu fuerza y tu risa,
por ser mi refugio y mi alegría
cuando la vida se pone difícil.

Hoy te deseo un día hermoso,
lleno de pequeños milagros y motivos para sonreír.
Recuerda que te llevo en mi corazón
y que, pase lo que pase,
siempre estaré aquí para ti.

Que Dios te cuide y te bendiga,
que la esperanza te acompañe
y que nunca te falte mi amor.

Buenos días, mi Dunia de los Ángeles.
Hoy y siempre, eres mi mayor regalo.