Hoy, último día de abril
En que el frío ya se hace carne
Los árboles se despidieron sin pelear
Las ventanas ya no duermen abiertas de noche
Los cantos de grillos apagaron su ventura
Este día de abrazos vacíos y tarde corta
De ausencia de juegos en el patio
Y paseos sin concretar
Una ráfaga de tu nombre pasó sin avisar
Dejando una imagen en movimiento
De un rato divino del pasado
Donde éramos todo poesía
Y las charlas sabían a eternidad
Pero solo fue eso, un mínimo viaje al pasado
Y de vuelta al presente de esta estación
Seca, helada y desabrida
Hasta el próximo abril