Canta el ruiseñor. (Soneto)
Ya canta el ruiseñor y no enmudece
la notas que despiertan esa chanza
oídos que reciben la esperanza
de ver al nuevo día que amanece.
Con el suave trinar desadormece
la narcosis que guarda la balanza
es canto celestial el que se danza
glorificando el día que aparece.
Balseando al compás del ruiseñor
son figuras que guardan la memoria
de un gran baile que marca un soñador
al ver en manifiesto tanta euforia
sabiendo que ese trino es el mejor
declara que se ubica entre la gloria.