Siete sellos guarda el día
tras el velo del saber,
y el fuego de la alquimia
no se deja sorprender.
Siete giros da la rueda
cuando el plomo ha de ascender,
y en la sombra que se enreda
nace el arte de entender.
Siete son las luminarias
que en los cielos van sin ley,
y sus luces milenarias
son del mago fiel la grey.
Siete pasos da el iniciado
con su piedra y su valor,
cada uno más pesado,
cada uno más mayor.
Siete voces da la esencia
cuando al fin va a despertar,
y en la última presencia
ya no hay nada que buscar.
Siete el número sagrado,
siete el puente, la señal,
quien lo cruza transmutado
ya no teme a lo mortal