El sol es niño travieso
que empuja la madrugada
Y entre nubes coloridas
hace despertar el alba.
Se refrescan en las aguas
de la profunda laguna
las estrellas y la luna
que entre la niebla se escapan.
Los árboles centenarios
sacudiendo su ropaje
caen lágrimas de la noche
de su abundante follaje.
Sopla una brisa muy leve
que baja de las montañas
fina cortina de lluvia
sobre la playa dorada.
Sube lento la marea
sobre las rocas hurañas
remodelando el paisaje
con su pasión milenaria.
Hay magia en ese momento
justo en el amanecer
que en su ser repetitivo
no deja de sorprender.
Autor. Alexandra 30/4/2025