luis barreda

Eternidad en Ausencia

Eternidad en Ausencia

Si un día no encuentras mi risa  
ni mis manos que limpian tu llanto,  
no creas que me he ido del todo,  
solo sigo otro sendero, más largo.  

Tu nombre lo guardo en el pecho,  
como un tesoro sin tiempo ni dueño;  
aunque no veas mi rostro en la noche,  
mi amor será el fuego de un sueño.  

Si regresas y falta mi abrazo,  
si el silencio responde a tu voz,  
escucha el susurro del viento:  
lleva canciones que inventé por los dos.  

No pienses que quise partir,  
la vida nos cambia de rumbo;  
mas donde me lleve el destino,  
tu aroma florecerá en mi mundo.  

Cuando la tristeza te ahogue  
y el invierno se niegue a partir,  
busca en las flores mi arrullo,  
en las olas, mi afán de vivir.  

Aunque no sientas mi aliento  
ni mi sombra caliente tu piel,  
mis palabras serán ventana abierta,  
refugio de invierno, luz de abril.  

En cada estrella que mires,  
en cada verso que escribas sin mí,  
habrá un pedazo de mi alma,  
un latido que nunca se irá de ti.  

Y si el tiempo nos junta de nuevo  
bajo un cielo de antiguas promesas,  
tejeremos recuerdos con hilos  
de instantes que el alma no olvida.  

Mientras vivas, no estoy lejos:  
soy raíz en tu sangre escondida,  
la melodía que duerme en tu almohada,  
la paz que te abraza en la herida.  

No digas adiós, solo \"hasta\",  
que el amor no conoce fronteras;  
mientras tu corazón me recuerde,  
seré brisa, semilla… eternidad entera.

Luis Barreda/LAB