Volvamos ser niños, otra vez,
reír, llorar y volver a crear
escenarios con tanta sencillez
que nos inciten volver a jugar.
Admirar la inocencia y la nobleza
que teníamos antes de crecer
e intentar conseguir aquella pieza
que tiramos bajo el atardecer.
Anhelar obtener aquel juguete
que pedíamos con tanto fervor
pero por explotar aquel cohete
teníamos que pagar nuestro error.
Tal vez y no fuimos los favoritos
que por eso nuestra alma se apagó,
pero existieron dibujos bonitos
que alguna persona se imaginó.
Existen varias vidas diferentes
que no me alcanzan para escribir todo
espero haber cambiado los que sientes;
este poema se tomó un periodo.
17 de abril 2025
Autor: Rodrigo Martínez
Todos los derechos reservados ©️