Hay cosas que uno no puede cambiar
y entre ellas es la impresión
que dejas en las personas.
Y puedo decir que, debido a ello,
algunas personas tienen más fe,
más esperanza y más afecto por mí,
del que yo misma he llegado a sentir
por mi existencia.
He tenido tiempos buenos,
no puedo decir que no,
y sin pensarlo o planearlo
puedo ver que he dejado
huellas bonitas en personas.
Y al menos, en medio del caos
que a veces llevo dentro,
eso hace que sonría
en medio de la oscuridad.
No se cuánto me quede de vida.
No se si mañana amanezca.
No tengo el don de la sabiduría.
No tengo riquezas.
Mi vida no es mía...
Es prestada.
No pretendo nada,
pero quiero darme toda.
Aunque, ¿Saben?
Al mismo tiempo,
esas mismas huellas en otros,
me dejan esa sensación también de... Extrañarme tanto.
¿Dónde está esa mujer
que amaba con ternura
y de forma apasionada
sin miedo a romperse?
¿Dónde?
No, no se cómo abrir la bóveda donde habita silenciosa mi esencia celosamente resguardada.
Y es que...
Algunas huellas pesan más que otras.
De: Diana Janeth Reyes Diaz.
(Diana Reydz)
29/05/25
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