Amada mía, mi celestina
replica de toda mi locura;
me ablandas con tu ternura
eres claridad en mi neblina.
Amada alegras mi rutina
en días de bochorno aciago;
sin ti en soledad divago
como ave vencida por frío,
pero, el verano llega, sonrió;
solo sin ti no se qué hago.